CONTENIDOS / ACTIVIDADES

LA IMAGEN DEL CRUCIFICADO EN SALAMANCA

Salamanca ofrece la posibilidad de realizar un itinerario que permita el estudio de la evolución estilística del Cristo crucificado. La relación de imágenes es extensísima, por ello proponemos solo algunos ejemplos relevantes.

 

ROMÁNICO

El más antiguo de la diócesis salmantina es el Cristo de las Batallas, de mediados del siglo XI (Catedral Nueva). Como imágenes representativas de esta época destacan los Cristos de la Zarza (parroquia de San Juan de Barbalos) y de los Carboneros (iglesia de San Cristóbal), ambos de mediados del siglo XII. Cristo de Cabrera (ermita de Las Veguillas), finales del siglo XII.

 

GÓTICO

Cristo de la parroquia de los Santos Fabián y Sebastián de Arapiles, gótico temprano. Cristo de la iglesia de La Exaltación de la Cruz, de Palencia de Negrilla (siglo XIV). Más clásicos, del XIV, son el Cristo de los Milagros (parroquia de Sancti Spiritus) y Cristo de la Capilla de Santa Catalina (Catedral Nueva). Más tardío, quizás ya del siglo XV, el Cristo del claustro del Convento de Santa Clara.

 

RENACENTISTA

Mantienen la tradición gótica, primera mitad del siglo XVI los Cristos de San Jerónimo (parroquia de San Pedro, Alba de Tormes) y el Cristo de la Agonía Redentora (atr. Balmaseda, Catedral Nueva de Salamanca). Cristo de la Capilla Dorada de la Catedral Nueva (Juan de Gante, 1515). De la segunda mitad del siglo XVI, Cristo del Amor y de la Paz (atr. J. Montejo y en la línea romanista el Cristo de la Buena Muerte (Convento de San Esteban, PP Dominicos).

 

BARROCO

Cristo de la Luz (Clerecía, Esteban de Rueda, c. 1620). Cristo de la Agonía (Bernardo Pérez de Robles; convento de los PP Capuchinos), 1671. De este mismo autor son también los crucificados del Perdón (convento de las Bernardas), Amparo (parroquia del Carmen) y Paz y Concordia (convento de Santa Isabel); Cristo de los Doctrinos (capilla de la Vera Cruz, principios del siglo XVIII).

 

MODERNOS

Cristo en la Cruz, (Capilla de los Agustinos Recoletos, expresionista, Núñez Solé, 1955). Cristo de la Agonía (Damián Villar, 1960. Iglesia de San Benito), Cristo de la Humildad (Parroquia de San Martín, Fernando Mayoral, 2017).

(Trabajo realizado por profesores de Religión)

 

Afrontamos el último trabajo del curso acercándonos al arte religioso contemporáneo. Podríamos mencionar a infinidad de autores, como por ejemplo Andrés Alén, pero hemos elegido este cuadro entresacado de la obra de Isabel Guerrero, por adaptarse mejor a las edades que comprende nuestra etapa educativa.

 

ISABEL GUERRA. LA INMACULADA JOVEN.

Nacida en Madrid (1947), Isabel Guerra Peñamaría, conocida como la monja pintora, se hizo monja cisterciense a los 23 años y vive en el monasterio de Santa María de Zaragoza. Ella se había formado como pintora visitando y copiando cuadros en el Museo del Prado y descubrió que podía seguir esta vocación al servicio de su dedicación religiosa.

Su pintura se apoya en el naturalismo de la época barroca: luz de arriba y por la izquierda, intenso claroscuro a la manera de Caravaggio, tratamiento táctil de telas, maderas, frascos y otros materiales. Ya en el barroco español, tal estudio de materiales empezaba en la piel anciana de los apóstoles del Greco para terminar en los bodegones humildes y místicos de Zurbarán. Sobre tales antecedentes, Isabel Guerra va más allá y se expresa en lo que hoy se llama realismo exacerbado o hiperrealismo, además de tratar una lírica cercana a la teología mística cristiana.

Cultiva ante todo el retrato y el bodegón y describe sobre todo momentos cotidianos en el trabajo de mujeres humildes o campesinas, su sueño o el de niñas, dándose una especial importancia a la luz. Así se cumple en su obra el lema benedictino de ora et labora, «reza y trabaja». Sus títulos evocan pasajes bíblicos; también cultiva el tema más estrictamente religioso de la historia sagrada.

Entre sus obras destaca el retrato de la Beata Petra de San José, que se encuentra en el Oratorio donde murió la Beata en el Real Santuario de San José de la Montaña en Barcelona.

Pero lo importante no es si pinta en tal o cual o estilo, sino si transmite, si su pintura tiene alma, si llega y conmueve al espectador. Y pocos dudan de esto en Isabel Guerra.

La obra elegida se titula La Inmaculada Joven, que, si bien no representa una obra al uso, hemos optado por ella por la técnica utilizada por su autora, cercana a nuestro alumnado, y por la visión que ofrece la obra, una virgen casi niña.

Para trabajarlo, además de presentar a la autora del cuadro y darles una pequeña introducción del por qué decidió incluirla en su obra, propondremos una serie de actividades para el alumnado de 6º de primaria, con las que puedan profundizar en la misma e, incluso, atreverse a hacer sus propias producciones.

 

LA INMACULADA JOVEN

Esta obra fue un encargo que la Conferencia Episcopal le hizo a Isabel un cuadro para la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia y se presentó en el Encuentro Europeo de Jóvenes, que tuvo lugar del 5 al 9 de agosto de 2015 en Ávila.

La Inmaculada Joven
La Inmaculada Joven

El cuadro es una obra muy arraigada a su tiempo pues, para realizarla, Isabel cambia los pinceles, espátulas y óleos por un teclado, un ratón y programas de creación digital. El resultado, una pintura digital de 1,95 metros de altura que representa a María

Inmaculada actualizada con todos sus símbolos. Una pintura que sigue la obra más reciente de la autora y que pretende, según sus propias palabras que los jóvenes vean en María Inmaculada un prototipo para la juventud, lo contrario del “todo vale” que les dicta la sociedad.

La religiosa presenta a la Inmaculada como una mujer jovencísima, casi adolescente, con una mirada de gran trascendencia, limpia y que nos eleva, nos invita a mirar nuestra vida con la esperanza de la fe.

 

La Inmaculada Joven es una nueva versión, moderna y juvenil, de la Inmaculada Concepción, actualizada con todos sus símbolos y realizada con técnica digital. Casi adolescente, con una mirada limpia y de gran trascendencia. Viste una túnica blanca bajo una capa azul. Tiene una media luna creciente bajo los pies y está coronada con doce estrellas representadas de manera informal, muy estilizadas. Sus manos están en actitud de ofrecerse a la voluntad de Dios.

El fondo del cuadro está muy texturado, con colores diversos. En la parte superior domina la luz solar que irradia directamente sobre la cabeza de la Inmaculada formando una aureola de santidad alrededor de la cual las estrellas forman como una mandorla que enmarca su figura hasta la cadera. En la parte inferior domina el color azul que irradia del manto de la Inmaculada, dejando ver un paisaje terrenal con diversas construcciones, una de las cuales es el Monasterio de Santa Lucía, el lugar donde se ha concebido esta obra. Sobre una luna en cuarto creciente muy estilizada se yergue, como suspendida la Inmaculada bajada del cielo, donde aún tiene puesta su mirada.

La artista quiere dar un mensaje de luz para transmitir que la vida es mucho más de lo que vemos, y que también Dios está presente en todo lo que vemos. El arte nos interpela y toca el espíritu, nos hace descubrir que tenemos alma y este descubrimiento nos acerca a Dios. Con la Inmaculada Joven, lo que se pretende es que vean en María Inmaculada un modelo para la juventud y puedan tenerla como compañera en la vida, como madre, hermana, como joven… e intercesora a través de su Hijo Jesucristo.

LA JERARQUÍA DE LOS SENTIDOS, EN EL ARTE RELIGIOSO DEL BARROCO EUROPEO.

 

1.- Introducción

El arte barroco pasa a convertirse, con el Concilio de Trento (Anexo 1), en un arte de la contrarreforma. El arte como propaganda de la Iglesia Católica. Un arte barroco cuyo fin principal es “emocionar” con las imágenes. La intención es que se evangelice a través de la emoción que proporcionan las imágenes. Todo esto tiene que estar basado en la ortodoxia:

  • La imagen tiene que ser clara, para poder interpretar el mensaje que se quiere dar.
  • La imagen tiene que evangelizar.
  • La lectura de la imagen tiene que ser clara.

En este punto se realizan imágenes de dos tipos:

  1. Imágenes doctrinales: Jesús, María, Evangelistas, Apóstoles, Alegorías y Virtudes, Padres de la Iglesia.
  2. Imágenes devocionales: Vidas de Santos, Vidas de Mártires y Penitentes, Santos fundadores de órdenes y Santos populares.

En este ambiente, también se empezó a permitir la veneración de las reliquias.

 

2.- Capilla de la Vera Cruz

Con esta somera introducción del ambiente de la contrarreforma, pasamos a investigar sobre la Iglesia de la Vera Cruz de Salamanca.

La Iglesia de la Vera Cruz, sita en la ciudad de Salamanca, es un templo barroco sede de la la Ilustre Cofradía de la Santa Cruz del Redentor y de la Purísima Concepción, su Madre

la más antigua de las cofradías penitenciales de la ciudad. Es referida indistintamente como Iglesia, Ermita y más comúnmente, Capilla.

Esta iglesia fue mandada construir por su cofradía titular y data de mediados del siglo XVI según un proyecto de Rodrigo Gil de Hontañón aunque reformada en estilo barroco (1714) por Joaquín Churriguera. De la primera época renacentista solo queda la fachada y la hornacina con imagen de la Inmaculada

,

Obra de Sebastián Dávila.

Tiene planta rectangular, presentando una sola nave dividida en tres tramos cubiertos con bóveda de cañón. Un cuarto tramo corresponde al crucero, cubierto con cúpula ciega sobre pechinas. Tanto las bóvedas como las pilastras que las soportan y las hornacinas que se abren en los muros están cubiertas por una exuberante decoración barroca realizada en yesería. Destaca el retablo mayor, obra de Joaquín Churriguera con imagen de la Inmaculada Concepción de Gregorio Fernández. A los pies hay un coro sobre arco escarzano.

Otras obras destacadas son el Lignum Crucis (siglo XVII) de Pedro Benítez,

la talla barroca de Nuestra Señora de los Dolores de Felipe del Corral

y un Cristo Resucitado (siglo XVIII) de Alejandro Carnicero.

En 1718, se acondicionó la sala de Insignias como capilla de los Dolores. A dicha capilla se accede desde una puerta de rejería abierta en el lado del Evangelio de la capilla principal, a la altura del crucero. La capilla de los Dolores tiene planta rectangular, rematada la cabecera por el camarín de la Dolorosa, añadido en la reforma de 1718.

Se cubre con techumbre plana, decorada también con yeserías barrocas. La actual decoración obedece a la labor de las Escuelas Salesianas de Sarriá en la tercera década del siglo XX, subvencionada por la camarera de la imagen Gonzala Santana.

Anexa a la capilla de los Dolores se encuentra el salón de Pasos, parte de la antigua sacristía, parcialmente cubierto con bóvedas de yesería. Cuenta con puerta propia que da a la calle de Sorias. Del otro lado, con puerta a la calle de Abajo, se halla la antigua casa del capellán de la cofradía y propiedad de la misma.

El edificio fue declarado BIC con categoría de Monumento el 25 de marzo de 1983, publicándose dicha declaración en el BOE el 27 de mayo del mismo año.1

 

3.- Actividades

3.1. Visitar la Capilla de la Vera cruz y empaparse del barroco de su interior.

martes

Cerrado

miércoles

Cerrado

jueves

Cerrado

viernes

17:00–20:00

sábado

11:00–14:00, 17:00–20:00

domingo

11:00–14:00

lunes

Cerrado

Horario

3.2. Contestar a las preguntas:

  • Investigar en qué año se realizó el Concilio de Trento
  • En salamanca hay una plaza con ese nombre, sabrías situarla.
  • Qué es una reliquia y qué reliquia se venera en esta Capilla.
  • En la fachada principal se encuentra una hornacina con una imagen, ¿a quién representa?
  • En esta imagen aparece distintas imágenes y grupos escultóricos, sabrías situarlos en el retablo:
  1. grupo escultórico de la Exaltación de la Cruz formado por los ángeles con los atributos de la Pasión.
  2. Jesús cordero de Dios.
  3. María Madre Inmaculada.
  • De qué cofradía es sede esta capilla de la Vera Cruz.
  • En el anexo 1 está la sesión del Concilio en la que se habla de las imágenes y reliquias. Hay que leerla y justificar por qué son buenas las imágenes y las reliquias.